Aquella noche, Geldof  vió el reportaje junto a su mujer en su casa de Londres y según cuenta, difícilmente logró dormir. No contento con hacer un mero donativo, decidió que podía y debía hacer más que eso. ¿Pero qué? ¿Y cómo?

Tras un par de días dándole vueltas, contactó con el cantante del grupo Ultravox, Midge Ure, al que conocía y sabía que no dudaría en unirse, para proponerle unir fuerzas en la creación de algo tan desinteresado como innovador: la grabación de una canción colaborativa y solidaria, cuyos beneficios serían donados para ayudar a Etiopía. A lo que Ure, que también había visto el reportaje y estaba dispuesto a ayudar todo lo que pudiera con la causa, aceptó encantado.

Entre los dos, acordaron que debían crear una canción original, para no tener que destinar parte de los beneficios a pagar derechos de autor. Y que para apelar a la bondad y solidaridad del momento, debía ser una canción navideña. Por lo que debían darse mucha prisa para tenerla lista en diciembre. Así que no perdieron tiempo en iniciar el proceso de composición, con Ure programando la música de acompañamiento, y Gelgof escribiendo la letra.

Pero Geldof sabía que debía buscar la colaboración de algún cantante top, mucho más famoso que él y Ure.  Y al primero que reclutó fue, ni más ni menos, que al frontman y bajista en The Police, su vecino, Sting. Al que le seguirían el cantante Simon Le Bon y el resto de miembros del grupo Duran Duran. Y a ellos, el grupo Spandau Ballet con su cantante Gary Kemp a la cabeza.

A partir de ahí, en vez de rendirse y darse por satisfecho, Geldof decidió que debía seguir más allá y mover cielo y tierra para reclutar a todos los cantantes y artistas más top del momento en el Reino Unido. Para lo que tiró de contactos e hizo incontables llamadas a cantantes, músicos y sus representantes.

Así, el domingo 25 de noviembre de aquel 1984, Geldof y Ure se encerraron durante 24 horas en el estudio de este último, como anfitriones de la que, posiblemente, fuera la sesión de grabación más compleja nunca hecha hasta aquel momento. Y ,sin duda, una de las más esperadas y documentadas hasta la fecha. Ya que Geldof se había encargado de anunciarla a los medios y de crear tal expectación, que varios equipos de reporteros pasaron el día a las puertas del estudio, grabando y entrevistando a Geldof y a todo famoso que aparecía por allí. En el interior se permitió la entrada de un solo periodista. Pero afortunadamente, también hubieron varias cámaras documentando todo el proceso de grabación, para lo que posteriormente se convertiría en el videoclip de la canción y daría material para varios documentales estilo "making-of".

A lo largo del día, las estrellas de moda del mundo de la música pop inglesa e irlandesa, visitarían el estudio de grabación de Ure. Desafiando con ello, en muchos casos, los consejos de sus managers y discográficas. Donando su imagen y su voz a un acto totalmente benéfico por el que no cobrarían ni un solo céntimo. Teniendo además que renunciar a sus enormes egos, sus rivalidades, e incluso viejas enemistades. Varios de ellos, incluso, viajaron en avión privado para hacer un rápido inciso en sus giras por Europa o USA, y poder llegar a tiempo.

Lamentablemente, a algunos de los que habían aceptado de buen gusto, al final les fue imposible participar por diferentes motivos, como es el caso de Paul McCartney y David Bowie. Que mandaron grabaciones con mensajes de apoyo, que aparecerían en la cara B del disco. Además del guitarrista de U2, The Edge, que el día anterior había sido hospitalizado por una infección de riñón.

Pero finalmente, junto a Geldof, Ure, Sting, (que acabó grabando también el bajo de la canción), los miembros de Duran Duran y Spandaw Ballet, participarían más de 30 artistas de distintos géneros muicales, incluyendo nombres como el de Bono, de U2, Phil Collins a la batería, Boy George, de Culture Club, las Bananarama o George Michael.  

Como anécdota, llegaron a presentarse varias personas que no habían sido invitadas, como el cantante Marilyn, que había tenido cierto éxito el año anterior. Pero aun sin haber sido invitados fueron  bien recibidos por Geldof y Ure, que tenían claro que cuantas más estrellas se sumasen al proyecto, mejor.

La canción, Do They Know it´s Christmas?, se estrenó en Reino Unido el 3 de diciembre, acreditada a la formación BAND AID ("Tirita" o literalmente "Grupo Ayuda"). Y tal y como se había propuesto Geldof, se convirtió automáticamente en el single más vendido de Inglaterra, con la gente haciendo colas en las tiendas para poder comprarlo. Y se mantuvo como tal durante 5 semanas seguidas. 

Fuera del Reino Unido, también se posicionó en el nº1 de las listas de ventas de otros 11 países europeos, la mayoría de ellos no de habla inglesa, como: Irlanda, Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Holanda, Noruega, Suecia y Suiza. Siendo la primera canción con fines solidarios en lograr tal éxito.

 
Al precio de 1,35 libras, destinadas casi íntegramente a la lucha contra el hambre, el disco de Do They Know It´s Christmas acabó vendiendo la friolera de 12 millones de copias en todo el mundo. Lo que se tradujo en unos beneficios equivalentes a unos 12 millones de euros actuales, destinados íntegramente a la ayuda a Etiopía. Convirtiéndose así en la canción benéfica más exitosa hasta la fecha, y todo un hito de la música solidaria. 

Su enorme impacto e influencia, son difícilmente calculables. Pero como ejemplo, para el verano de 1985, ya se habían grabado más de 20 discos similares por todo el mundo, todos ellos con el mismo fin solidario, e inspirados en la labor de Geldof. Haciendo que la música benéfica pasara a ser un fenómeno de masas, en su mejor momento. Y creando tal concienciación sobre el problema del hambre ene el mundo, que generó una enorme oleada de solidaridad por todo el Reino Unido y más allá, como nunca antes se había visto. 

Y aunque lo que consiguió con Do They Know it´s Christmas fue todo un logro sin precedentes, de enormes proporciones. En realidad, como se vería más adelante, con esta canción, el admirable activismo solidario de Geldof, no había hecho más que empezar...